La Iglesia de Lassa

La Iglesia de Lassa, Señora Elemental del Aire, posee numerosos templos y una jerarquía basada en tres distintos niveles o grados de integración: creyentes o miembros de base, sacerdotes y agentes.

Los templos a Lassa

Los templos a Lassa, Dama de los Elementales del Aire, están situados siempre en los puntos más elevados de las ciudades.

Están constituidos por habitaciones sin tejado de muros de mármol blanco. Cada habitación está bajo la responsabilidad de un sacerdote o sacerdotisa, que hace con ella lo que desea.

Les está prohibido cubrirse del cielo, aunque se les permite el uso de ligeras telas o lonas para protegerse del sol o de la lluvia; se considera sacrilegio protegerse del viento.

 

Frecuentemente, los sacerdotes y sacerdotisas utilizan su habitación para plantar árboles u otros vegetales.

En el centro de este laberinto de habitaciones al aire libre, se encuentra una torre sin tejado que se eleva al menos 30 metros. Esta sirve de residencia al Gran Sacerdote y sobre sus muros está pintada la historia de Lassa y la creación de las nubes. En la cima de este edificio se sitúa una pequeña plataforma desde la que se arrojan al vacío los objetos de sacrificio.



Los templos de Lassa son santuarios para todos los pájaros y otras criaturas del aire, como las mariposas.

No hay ninguna riqueza que robar en los templos de Lassa ya que los sacerdotes se desprenden de todas las ofrendas, gastándolas en su provecho.

Creyentes de Lassa

Los creyentes de Lassa son tradicionalmente de las siguientes nacionalidades: Bas’lk y Nishvalni-Oss, Desierto de las Lágrimas o de los Suspiros, Dorel, Filkhar, Ilmiora, Isla de las Ciudades Púrpura, Melniboné (raras veces), los seres alados de Myyrrhn, Oin, Pikarayd y Yu.

En lo que respecta a la clase social, Lassa es la deidad patrona de los cantantes, los oradores, nobles y reyes. Favorece igualmente a los cazadores, vidrieros y otros finos artesanos y, en grado inferior, a los granjeros. Es frecuentemente adorada por los mercaderes, los exploradores y otros viajeros que precisan viento para sus velas.  

Sacerdotes de Lassa

Ser sacerdote viene determinado por el origen social, no se puede elegir.  

Los Sacerdotes se ocupan de la organización del culto, presiden los proyectos de construcción de edificios religiosos, estudian la medicina y la magia e interceden en favor del pueblo ante las deidades que representan.

Tanto hombres como mujeres pueden ser miembros de la Iglesia de los Elementos.

Los nuevos sacerdotes y sacerdotisas son escogidos con seis años de edad entre la población de los alrededores por los más viejos sacerdotes. Generalmente solo son escogidos para ser sacerdotes los individuos con una INT y POD superiores, pero a veces se cometen errores y se aceptan humanos normales.

Hasta los veinte años de edad, los nuevos sacerdotes y sacerdotisas son conocidos con el nombre de acólitos, y su trabajo consiste en servir a los sacerdotes más ancianos. Van asumiendo poco a poco su condición realizando los trabajos propios de su edad y siguiendo las enseñanzas que les imparten los viejos sacerdotes. 

Los sacerdotes de Lassa realizan pruebas de vuelo a los iniciados desde una torre alta o un acantilado, para probar la relación de los iniciados con los silfos del aire.


Los deberes de los sacerdotes elementales son dirigir sus templos, recoger las ofrendas, rogar a su dios y hacer felices a sus fieles. Aquellos sacerdotes dotados de una INT y un POD superiores, pueden ascender en la jerarquía y esperar convertirse en Gran Sacerdote o Gran Sacerdotisa de un templo, residiendo en la torre más alta del mismo.

A veces, un sacerdote, o una sacerdotisa, es expulsado de su orden o enviado a servir al mundo. Otras veces, se les permite a los sacerdotes abandonar su templo para partir a la aventura, siempre que prometan entregar a un templo de su orden todos los bienes que obtengan de sus expediciones.

Aunque un sacerdote decidiera abandonar su orden para nunca más volver, prefiriendo vivir como un aventurero, a los ojos del mundo seguiría siendo hasta su muerte un sacerdote del dios que antes adoraba.

Cuando llegue el momento, debería rendir balance espiritual a su deidad en el más allá.

Los amuletos de los sacerdotes de Lassa tienen un símbolo sobre una de las caras: la runa de Lassa.

Los sacerdotes que son particularmente devotos, pueden intentar convertirse en agentes.

Agentes de Lassa

La condición de agente está reservada a individuos emprendedores y devotos de un solo dios. Los agentes son individuos que han consagrado su alma a una deidad particular y que actúan directamente para cumplir los intereses de esta en el plano de los Reinos Jóvenes. 

Mientras que los sacerdotes son el resultado de una tirada de dados sobre la tabla Origen Social, cualquiera puede elegir convertirse en agente de un dios. Por tanto, algunos agentes son a su vez sacerdotes, pero otros no.

El estatus de agente generalmente se obtiene por el personaje en la fase preparatoria del juego, antes de empezar propiamente la aventura. No es una cosa que se pueda hacer a la ligera, ya que implica la pérdida de POD, pero si se consigue llegar a serlo, los beneficios que entraña la condición de agente compensan de sobra la pérdida.

El proceso para intentar convertirse en agente de Lassa es el siguiente:

1. Localiza y visita un templo de Lassa en el transcurso del juego.

2. Ofrece en sacrificio un cierto número de puntos de POD a Lassa. Estos puntos se perderán definitivamente, se consiga o no el objetivo. Cuantos más puntos de POD sacrificados, más aumentarán las posibilidades de convertirse en agente, pero un jugador nunca deberá sacrificar más puntos de los que esté dispuesto a perder. Ningún personaje podrá reducir a causa de sacrificios su POD a menos de tres.

3. Suma los puntos de POD sacrificados con los puntos de CAR del personaje, y tira 1D100. Si el resultado obtenido es inferior o igual a la suma del CAR y el POD sacrificado, Lassa acepta al personaje como agente. Eventualmente, si el personaje ha cumplido con anterioridad durante años gloriosos actos de servicio al culto, el DJ puede decidir otorgarle una bonificación, que nunca excederá del 30%.

Si el personaje no logra que Lassa le acepte como gente, no podrá intentar ser agente de otra deidad en el transcurso de esa aventura y nunca podrá ser agente de Lassa. Esto deberá quedar escrito en la hoja de personaje. Aun así, los personajes que no hayan conseguido convertirse en agentes podrán reintentarlo en el transcurso de otra aventura con otra deidad diferente. Quizás acabarán consiguiéndolo antes de agotar definitivamente su POD.

Los jugadores pueden desear esconder el hecho de ser agentes a los demás jugadores. El DJ, por supuesto, sí que lo debe saber. Los jugadores que sean agentes deberían llevar ellos mismos el cómputo de su Elán; el DJ podrá, de tanto en tanto, verificar que lo hacen correctamente.

Los agentes no están obligados a permanecer en un templo. Al contrario, cuanto más nómadas y aventureros, son más eficaces.

Las ventajas de un agente de Lassa son:


- Los agentes de Lassa no pueden ser nunca atacados por elementales del aire.
- Gastando puntos de Elán, pueden implorar la Intervención Divina de Lassa.
- Sean o no hechiceros, los agentes tendrán siempre un elemental de aire a su servicio. En el caso de que el elemental asignado al agente fuera destruido, este podría conseguir otro dirigiéndose a Lassa y gastando un punto de Elán.
- Los agentes que son a su vez grandes hechiceros pueden poseer numerosos elementales y tendrán siempre uno como mínimo mientras conserven su amuleto y suficiente Elán.

Todos los agentes elementales tienen ciertas prohibiciones que no les va a ser posible transgredir sin perder la vida y su condición (el alma ya la han perdido; Stormbringer y Mournblade son las únicas que tienen el poder de arrancar el alma de un agente a su deidad tutelar).

Los inconvenientes de ser un agente de Lassa son:


- No pueden participar en los servicios de adoración de otro dios.
- No deben perder jamás su amuleto.
- Nunca deberán matar ni comer ningún tipo de ave.

Amuleto del culto a Lassa

Una vez un personaje ha conseguido su condición de agente de Lassa, recibe un amuleto que debe guardar constantemente consigo. Los poderes especiales y las facultades que posee este agente provienen del amuleto. Si este es extraviado, robado o abandonado, el personaje pierde su condición de agente y todos sus poderes le son negados hasta que lo recupere. Los amuletos son objetos mágicos personalizados y solo ofrecerán sus poderes a su propietario original. No es recomendable encontrar o robar un amuleto y proclamarse agente.

Los amuletos de los elementales son distintos unos de otros y son de gran valor aunque solo los sacerdotes y agentes los puedan utilizar para implorar la Intervención Divina. El amuleto de Lassa solo se podrá conseguir de la mano del Gran Sacerdote del culto en el momento de ser ordenado sacerdote o de convertirse en agente.

El amuleto de Lassa tiene la forma de un disco y está hecho de un cristal transparente; las runas gravadas en el cristal son normalmente invisibles.

Los amuletos de los agentes de Lassa tienen una runa de Lassa por una cara y el nombre del agente escrito en la parte de atrás. Los DJs y los jugadores deberán inventar su propio nombre rúnico, pero la runa de Lassa no puede ser cambiada. 

Ganar Elán por agradar a Lassa

Los sacerdotes y agentes de todos los cultos realizan ciertos actos en honor de su dios y esto les hace ser más virtuosos ante sus ojos. Esta virtud particular será llamada Elán y se cuantifica entre 0 y 100. 

El Elán de un sacerdote o agente es una medida de la facilidad con la que el dios intervendrá mágicamente en su favor si este se lo pide. 

Las acciones necesarias para ganar Elán varían de un culto a otro. Solo los personajes consagrados a un solo dios pueden ganar Elán por sus actos. Importa poco que el dios sea un Elemental, un Señor de la Ley o un Señor del Caos, lo realmente importante es la voluntad de servir a un dios en concreto por sus actos.

El Elán está en ligera relación con el POD. Este puede ser convertido en POD, pero el POD no podrá transformarse en Elán. Un sacerdote o un agente puede transformar en todo momento 50 puntos de Elán en un punto de POD adicional (restando 50 al total de Elán y sumando 1 punto a la característica POD). Los personajes que alcanzan o sobrepasan los 100 puntos de Elán están obligados a convertir al menos 50 de sus puntos en POD. Por esta regla, el máximo valor posible de Elán será 99. Siempre habrá, pues, la posibilidad de que no se consiga invocar la Intervención
Divina.

Los sacerdotes y agentes que están al servicio de Lassa pueden ganar puntos de Elán de las siguientes maneras:

5 por cada año pasado como sacerdote de Lassa (en tiempo de juego).
10 por cada año pasado como agente de Lassa (en tiempo de juego).
1 por cada 100 GB de tesoros o bienes sacrificados a Lassa.
1 por cada punto de característica sacrificado a Lassa.
3 por cada elemental de otro tipo ligado a su servicio.
1 por cada elemental de aire liberado de su servicio.
2 por cada elemental de aire ligado a su servicio.
1 por cada elemental de otro tipo destruido.
3 por cada sacrificio humano a Lassa.
6 por cada sacerdote de otro Señor Elemental muerto.
12 por cada agente de otro Señor Elemental muerto.
2 por cada agente adicional reclutado al servicio de Lassa.
1 por cada punto de competencia ganado en Cantar desde que el personaje se ha convertido en agente.
1 por cada punto de competencia ganado en Elocuencia desde que el personaje se ha convertido en agente.
3 por cada encuentro con un rey o reina de una nación de los Reinos Jóvenes en el transcurso del juego (no sirve encontrar al mismo dirigente más de una vez).

Aun siendo el sacrificio humano práctica corriente en el mundo de los Reinos Jóvenes, los dioses no siempre exigen la aplicación de técnicas tan drásticas. Un personaje puede sacrificar a voluntad los puntos de características que desee a una deidad particular. Los sacerdotes y los agentes de los diversos cultos conocen este proceder. El DJ puede perfectamente decidir que un personaje no jugador ejecuta esta técnica en el transcurso de un servicio religioso para añadir pimienta al juego.

Los sacerdotes y los agentes pueden ganar Elán con el sacrificio de puntos de características; para otro personaje, esto sería estúpido. Los puntos de características sacrificados no se recuperarán nunca con el tiempo. Se debe considerar que reducir las características puede implicar reducir determinados bonus del personaje.


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