Invocar a elementales menores

Los hechiceros, cuya suma de INT y POD es 32 o más, tienen la habilidad de invocar elementales. Si se consigue invocar a un elemental, éste intentará hacer lo que el hechicero le pida y después desaparecerá.

Los elementales viven en nuestro plano, en la naturaleza. Para invocar a un elemental el hechicero debe, en primer lugar, tener el elemento deseado a mano: tierra, agua, aire o fuego.

La invocación de un elemental requiere un estado alterado de la conciencia que se adquiere mediante cánticos. Este proceso no es instantáneo, la invocación de un elemental requiere una concentración ininterrumpida en estos cánticos durante una hora. 


Para invocar a un elemental menor, el hechicero deberá tener éxito en una tirada de invocar, es decir, la suma de su INT más su POD.

Si el hechicero falla la tirada entonces la invocación fracasa y pierde temporalmente un punto de una de sus características elegida al azar. Tirará 1D8 para determinar cuál de sus característica disminuye temporalmente de valor: 1=FUE, 2=CON, 3-4=INT, 5-6=POD, 7=DES, 8=CAR. Lo recuperará pasada una hora después.

Si el hechicero tiene éxito en la invocación del elemental o del demonio entonces la aprende (disminuirá su inteligencia libre) y las siguientes veces podrá invocar a la misma entidad de manera instantánea.

Cada entidad mágica que un hechicero aprenda a invocar le costará parte de su INT libre. Todas las clases de Elementales cuestan 1 punto de INT libre. Cada vez que un hechicero invoca una nueva entidad mágica el coste en INT libre se resta de su INT libre o de la INT libre de su grimorio. El hechicero anotará entonces en su hoja de personaje la nueva raza de elemental que es capaz de invocar.

Una vez invocado, el hechicero tiene dos opciones:

- Asignar una misión al elemental que éste realizará si sus poderes lo permiten. Una vez realizada la misión, el elemental queda libre y vuelve a su plano. Invocar a elementales para realizar tareas de forma inmediata, sin crear ningún vínculo con ellos, no irrita a los Señores Elementales.

- Intentar atar al elemental a un objeto para tenerle esclavizado a su servicio. Si no le consigue atar, el elemental queda libre y vuelve a su plano.




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